El Sitio 300 del Laboratorio Nacional Lawrence de Livermore (LLNL), el campo de pruebas de explosivos de alta potencia ubicado en las colinas cerca de Tracy, se encuentra nuevamente en una encrucijada, ¡y su participación es fundamental!
El Departamento de Control de Sustancias Tóxicas de California (DTSC) propone renovar dos permisos clave para el manejo de residuos peligrosos en el Sitio 300 en 2025: el Permiso para la Operación de Instalaciones de Residuos Peligrosos y el Permiso Posterior al Cierre. Estos términos burocráticos, aparentemente áridos, ocultan implicaciones muy reales para la salud y el medio ambiente de nuestra comunidad. Durante casi tres décadas, Tri-Valley CAREs (TVC) ha velado por la seguridad de la comunidad en el Sitio 300 y hemos movilizado a los residentes locales en cada etapa importante de la concesión de permisos desde que se emitió el primero en 1996.
Ahora, el DTSC solicita la opinión del público sobre cómo debería proceder el proceso público para estos permisos. Puede enviar sus comentarios a través de su sitio web hasta el 19 de noviembre de 2025.
Un Legado de Vigilancia: Residuos Peligrosos del Sitio 300
La participación de TVC en el Sitio 300 se remonta a la década de 1980, cuando el DTSC emitió el primer permiso para residuos peligrosos bajo la Ley de Conservación y Recuperación de Recursos (RCRA). En 1996, cuando el DTSC renovó el permiso para residuos peligrosos del Sitio 300, Tri-Valley CAREs se aseguró de que se escuchara la voz de la comunidad. Dicho permiso abarcaba el Área de Almacenamiento de Contenedores del Edificio 883 (para residuos peligrosos de laboratorio de uso rutinario) y autorizaba una nueva Instalación de Almacenamiento de Residuos Explosivos (EWSF) para almacenar restos de bombas y otros residuos explosivos.
Al año siguiente, en 1997, el DTSC emitió un permiso para una nueva Planta de Tratamiento de Residuos Explosivos (EWTF). La EWTF se presentó como un reemplazo moderno para un antiguo pozo de incineración a cielo abierto (Edificio 829) donde LLNL había quemado abiertamente residuos de alta actividad explosiva durante décadas. Tras la aprobación del permiso de 1997, se ordenó el cierre de la instalación de incineración a cielo abierto, una victoria atribuible en parte a la presión pública.
TVC estuvo presente movilizando a los residentes, presentando comentarios e incluso interponiendo recursos legales cuando fue necesario para impugnar permisos deficientes. Por ejemplo, cuando el DTSC intentó una renovación superficial del permiso en 2016, Tri-Valley CAREs lo apeló por considerarlo inadecuado en numerosos aspectos. Nuestro mensaje constante: las operaciones con residuos peligrosos en el Sitio 300 no deben aprobarse sin más. Requieren una revisión rigurosa y la supervisión de la comunidad.
¿Por qué tanta persistencia? Porque las decisiones sobre los permisos para residuos peligrosos pueden determinar la seguridad de nuestro aire, agua y suelo durante los próximos años. Estos permisos rigen cómo el Sitio 300 de LLNL almacena, trata y elimina materiales peligrosos, incluidos residuos de alta explosividad e incluso residuos mixtos que contienen tanto sustancias químicas peligrosas como elementos radiactivos. Una vez otorgado, un permiso de residuos peligrosos del DTSC permanece vigente hasta por diez años. Esto significa que los términos establecidos ahora controlarán las operaciones (y los riesgos) hasta 2035.
Cada renovación representa una oportunidad excepcional para examinar las actividades del Laboratorio y exigir mejoras. Como señala el propio DTSC, los permisos tienen como objetivo garantizar que una instalación opere de manera que proteja la salud humana y el medio ambiente. En la práctica, la revisión de un permiso permite al público plantear preguntas difíciles: ¿Las quemas a cielo abierto liberan humo tóxico innecesariamente? ¿Podrían reducir la contaminación tecnologías o límites más seguros? ¿Es suficiente el monitoreo de las aguas subterráneas en torno a los vertederos clausurados?
Estas no son preocupaciones abstractas. El sitio 300 ya es un sitio Superfund federal debido a la extensa contaminación tóxica y radiactiva en su suelo y agua subterránea. Los permisos rigurosos son una de las herramientas que tenemos para evitar agravar ese legado tóxico.
Por Qué Estos Permisos Importan Más Que Nunca
Los dos permisos que se renuevan cubren tanto las operaciones activas como una unidad de residuos peligrosos clausurada en el Sitio 300. El Permiso de Operación de Instalación de Residuos Peligrosos rige tres unidades activas:
- Área de almacenamiento de contenedores del edificio 883: donde se almacenan los residuos peligrosos de laboratorio de uso diario (disolventes, ácidos, etc.).
- Instalación de almacenamiento de residuos explosivos (EARE): donde se almacenan de forma segura los residuos altamente explosivos antes de su tratamiento.
- Instalación de tratamiento de residuos explosivos (ITRE): donde el LLNL trata los residuos explosivos mediante incineración o detonación, ya que muchos explosivos no pueden eliminarse por otros medios.
Por otro lado, el Permiso Post-Cierre cubre el cuidado a largo plazo del antiguo pozo de quema a cielo abierto del Edificio 829, que operó de 1955 a 1996. Dicho pozo se clausuró y selló en 1997, pero dejó contaminación. Por lo tanto, se requiere un permiso post-cierre para monitorear las aguas subterráneas y mantener el sitio clausurado.
En conjunto, estos permisos abarcan los desafíos ambientales pasados, presentes y futuros del Sitio 300. Regulan desde la cantidad de material explosivo que se puede quemar por día hasta la gestión del lixiviado del pozo de quema clausurado. Es importante destacar que la renovación de los permisos nos permite reevaluar el riesgo. ¿Son realmente protectoras las limitaciones actuales para la quema a cielo abierto? (Por ejemplo, un borrador de permiso de 2008 redujo la cantidad permitida de 150 libras a 100 libras por día). ¿Existen alternativas más limpias a la quema a cielo abierto que LLNL debería adoptar? Este es el tipo de mejoras por las que una comunidad puede luchar cuando vencen los permisos.
Difusión Pública Deficiente
Cabría esperar que la renovación de un permiso de esta magnitud viniera acompañada de una sólida campaña de información pública, con información clara, fácil acceso a los documentos y canales reales para la participación ciudadana. Lamentablemente, las recientes acciones del DTSC no han estado a la altura, lo que genera frustración entre los vecinos de Tracy, Mountain House, Lathrop y alrededores.
El DTSC emitió un aviso público y una “Encuesta Comunitaria” sobre los permisos del Sitio 300, pero presenta numerosos problemas. Para empezar, la información enviada por correo a los residentes no se publicó en línea. Los documentos oficiales del proyecto están ocultos en la base de datos “EnviroStor” del DTSC, donde un residente interesado tiene que buscar el poco conocido ID de la EPA CA2890090002 para encontrar algo. Incluso una vez encontrado, navegar por el sitio web y los documentos puede resultar complicado. Esto dista mucho de la información de fácil acceso que necesita cualquier vecino.
Peor aún, el método elegido por el DTSC para recabar opiniones —un cuestionario en línea de SurveyMonkey— es una herramienta deficiente para lograr una participación significativa. La encuesta (disponible en https://www.surveymonkey.com/r/B3LD7KC) está mal diseñada. Por ejemplo, varias preguntas obligan a elegir una sola opción cuando lo lógico sería querer seleccionar varias inquietudes. Al no permitir selecciones múltiples, la encuesta prácticamente garantiza un resultado superficial, como de marcar casillas. Parece más bien un intento de cumplir con el requisito de “consultamos a la comunidad” que de escuchar de verdad. Los miembros de la comunidad que intentaron responder la encuesta han expresado su frustración porque no permite dar opiniones matizadas, no hay espacio para proponer alternativas, solo opciones predefinidas. Este enfoque puede, de hecho, distorsionar la opinión pública, reduciendo nuestras verdaderas preocupaciones a un dato simplista.
Tri-Valley CAREs denuncia esto enérgicamente. Creemos que tanto LLNL como DTSC comparten la responsabilidad por esta deficiente participación pública. El Laboratorio, como titular del permiso, debería desear una ciudadanía informada y participativa. Sin embargo, han optado por ignorar por completo esta iniciativa. DTSC, como organismo regulador, tiene la obligación legal estatal de facilitar una participación pública significativa, especialmente en un proyecto con la historia del Sitio 300. En ambos aspectos, están fallando. Y esta no es la primera vez.
En 2007, el DTSC abandonó un borrador del proceso de permisos para el Sitio 300 tras recibir comentarios del público a los que nunca respondió. Y en una audiencia celebrada en Tracy en 2016, las preguntas incisivas de los miembros de la comunidad quedaron en gran medida sin respuesta por parte de los funcionarios del DTSC. Estos errores del pasado, sumados al fiasco actual de la encuesta, dibujan un panorama preocupante: las agencias parecen más centradas en la apariencia de participación ciudadana que en el fondo de las opiniones de la comunidad. Tri-Valley CAREs se niega a permitirlo. Prepararemos nuestros propios comentarios detallados una vez que comience el período de comentarios públicos y ayudaremos a los residentes a desenvolverse en el sistema, mediante reuniones comunitarias híbridas en Tracy. La salud de la comunidad es demasiado importante como para que se vea relegada por la burocracia o un diseño web deficiente.

El folleto de la DTSC sobre la “Encuesta Comunitaria” para el Sitio 300 (un aviso público y cuestionario de tres páginas, noviembre de 2025) solicita la opinión de la comunidad sobre la renovación de los permisos para residuos peligrosos, pero el formato de la encuesta y la estrategia de difusión presentan graves deficiencias que podrían limitar una participación significativa.
El Poder de la Acción Comunitaria Organizada
Si todo esto suena un poco desalentador, no se desanimen: ya hemos detenido propuestas peligrosas antes, y podemos hacerlo de nuevo. El Laboratorio Livermore planeó construir una enorme incineradora de residuos tóxicos y radiactivos en el Sitio 300. Tri-Valley CAREs y sus aliados locales lanzaron una campaña que obligó al Laboratorio a cancelar esos planes. No solo eso, sino que también logramos el cierre de la incineradora más pequeña que ya existía en el Sitio 300, poniendo fin a la quema rutinaria de residuos radiactivos mixtos en el lugar. Esta victoria no se logró de la noche a la mañana; requirió años de reuniones comunitarias, campañas de recolección de firmas, informes técnicos y, sí, cartas de comentarios sobre los permisos. Pero demuestra que la presión pública funciona. Cuando las agencias y los laboratorios se enfrentan a una oposición organizada y a argumentos bien fundamentados, pueden cambiar de rumbo, y de hecho lo hacen.
Citamos este ejemplo porque la actual disputa por la renovación del permiso en el Sitio 300 evoca aquellas batallas del pasado. Las operaciones de quema y detonación al aire libre en la Planta de Tratamiento de Residuos Peligrosos (EWTF, por sus siglas en inglés) constituyen esencialmente una forma de incineración: la detonación de explosivos de residuos peligrosos en la intemperie, liberando contaminantes al medio ambiente. Existen alternativas más seguras (por ejemplo, cámaras de combustión confinadas o métodos de neutralización química), pero el Laboratorio no las adoptará a menos que se vea obligado.
Una fuerte protesta durante la renovación del permiso puede impulsar al DTSC a exigir a LLNL que estudie e implemente tecnologías más seguras, en lugar de aprobar automáticamente otra década de quemas a cielo abierto. Asimismo, la presión de la comunidad puede garantizar que el permiso posterior al cierre responsabilice realmente a LLNL de la limpieza de los residuos tóxicos del pasado, en lugar de simplemente monitorearlos indefinidamente.
Tu Voz, tu Salud: ¡Actúa Antes del 19 de Noviembre de 2025!
El tiempo apremia, pero ahora mismo tenemos la oportunidad de exigir algo mejor. Aquí te explicamos cómo puedes protegerte a ti, a tu familia y a tu comunidad de los peligros del Sitio 300:
- Envíe sus comentarios al DTSC antes del 19 de noviembre de 2025. Le animamos a utilizar la encuesta del DTSC (aunque tenga sus limitaciones) para que su opinión quede registrada. Puede completar la encuesta comunitaria del DTSC (en línea en https://www.surveymonkey.com/r/B3LD7KC) o enviar sus comentarios directamente por correo electrónico o postal a la especialista en participación pública del DTSC, Tammy Pickens ([email protected]). Asegúrese de indicar que sus comentarios se refieren al proceso inicial de renovación del permiso de residuos peligrosos del sitio 300 de LLNL (operación y cierre posterior). Exprese sus inquietudes, ya sea sobre la quema a cielo abierto o la falta de acceso a la información.
- En su respuesta a la encuesta, insista en que el DTSC celebre una reunión o audiencia pública en la zona de Tracy con traducción simultánea y en horario vespertino para que las familias trabajadoras puedan participar. Si suficientes personas lo solicitamos, podemos obligar al DTSC a hacer algo más que una simple encuesta en línea. Recuerden que inicialmente tampoco iban a celebrar audiencias en 1996 y 1997, hasta que la presión pública los obligó a hacerlo. Ya lo hemos logrado antes.
- Muchos vecinos aún desconocen este proceso de permisos. Hable con sus amigos y familiares en Tracy, Mountain House, Lathrop y otras comunidades cercanas. Comparta esta información en redes sociales o grupos comunitarios. Tri-Valley CAREs tiene folletos y recursos (en inglés y español); contáctenos si necesita materiales para distribuir. Cuanta más gente esté informada, más difícil será para el DTSC y el Laboratorio ignorar las opiniones de la comunidad.
- Esta no es una acción puntual. Tras este periodo inicial de consulta, Tri-Valley CAREs les mantendrá informados una vez que se publique el permiso definitivo y comience el periodo de consulta pública. Revisaremos el borrador del permiso y las decisiones del DTSC y publicaremos tanto los puntos de preocupación detallados como las sugerencias para que otros puedan opinar. Si fuera necesario, nos reservamos el derecho de apelar cualquier permiso final que no proteja a nuestra comunidad, como ya lo hemos hecho en el pasado. Les invitamos a asistir a nuestras reuniones mensuales para mantenerse al día. También colaboraremos con socios regionales y estatales para ejercer presión sobre los responsables de la toma de decisiones.
¡Llamado a la Acción!
El legado peligroso del Sitio 300 no se solucionará solo. Se necesita la participación ciudadana para asegurar la limpieza de la contaminación pasada y prevenir la nueva. La renovación actual del permiso es un momento crucial. Es una oportunidad para presionar al LLNL hacia prácticas más seguras. Si guardamos silencio, permitimos que continúe el statu quo tóxico. Tri-Valley CAREs conoce de primera mano el poder de la acción comunitaria. Desde detener incineradoras hasta reducir el tamaño de las explosiones, hemos visto que las personas decididas pueden marcar la diferencia, incluso frente a instituciones poderosas. Hagámoslo de nuevo. Envíe su respuesta a la encuesta antes del 19 de noviembre. Anime a sus vecinos a hacer lo mismo. Juntos, podemos exigirle cuentas al Laboratorio y al DTSC y avanzar hacia un entorno más saludable y seguro para Tracy, Mountain House, Lathrop y todas nuestras comunidades.
Aviso público y enlaces a la encuesta: Para más información, lea el aviso público del DTSC (inglés/español) sobre la renovación del permiso del sitio 300 de LLNL y complete la encuesta comunitaria en línea aquí: https://www.surveymonkey.com/r/B3LD7KC (envíe sus respuestas antes del 19/11/2025). Su participación puede influir en el proceso. Hagamos que las demandas de nuestra comunidad sean imposibles de ignorar.
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